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Recibir, Custodiar y Transmitir


El pasado miércoles 12 de junio, y dentro del Centenario de la Consagración de España al Sagrado Corazón de Jesús, el Colegio peregrinó al Cerro de los Ángeles para consagrarse por medio de María al Corazón Divino de nuestro Salvador.

Fue un acto de piedad por el que todo el Cole

gio respondió a las exigencias del momento presente haciendo a todos partícipes del Amor de Dios que se nos ha revelado en el Corazón de su Hijo hecho hombre. Las circunstancias históricas de 1919 y de 2019 no son las mismas, pero la lógica interna de la consagración permanece idéntica en lo sustancial. Esta consagración fue una renovación de lo acontecido hace ya 100 años, y nos ha llevado a todos a recordarnos nuestra responsabilidad de llevar toda nuestra realidad al Corazón de Dios como bien lo expresaba el P. Kentenich: «Con la mano en el pulso del tiempo y el oído en el corazón de Dios».

Tres palabras pueden sintetizar este acto de piedad: recibir, custodiar y transmitir. En este año de 2019 la mirada al Traspasado nos invita a recibir el pasado con agradecimiento, a custodiar el presente como el hoy de Dios y a transmitir en el futuro la certeza cotidiana de que el Señor nos espera. Con esta consagración del Colegio queremos poner en ejercicio los tres momentos que definen el dinamismo de la Sagrada Tradición (recibir, custodiar y transmitir), sabedores de que la fecundidad de la vida de la Iglesia nos llega a través del surco vivo de esta Tradición que nos remite al mismo Cristo, el único Mediador entre Dios y los hombres, a quien el Padre ha confiado la obra salvadora. En docilidad como María a la acción del Espíritu Santo que conduce a la Iglesia en la vida y el testimonio de los santos, entendemos esta consagración del Colegio como un ejercicio de recepción, de custodia y de transmisión, para que la vida eterna que brota del Corazón de Jesús siga alcanzando a todos cuantos ponen su mirada de fe en el costado abierto del Redentor, respondiendo con amor a su amor extremo y compartiendo con todos la esperanza de la salvación que nos ha sido regalada.

Nuestra Madre nos regaló un día muy bello y lleno de bendiciones.

Borja Hernando

Capellán del Colegio