Desde el Colegio Nuestra Señora de Schoenstatt, queremos ofrecer a nuestros alumnos las mejores estrategias de aprendizaje para que puedan desarrollar al máximo sus capacidades y habilidades. Los acompañamos en todo su proceso formativo desde los distintos ámbitos, lo que conlleva “poner en marcha” sus talentos a través de unas estrategias formativas.

La intención de relacionarnos de esta manera con ellos, de acompañarlos en este proceso formativo, es predisponer todo lo que les rodea para que se dé el aprendizaje y, a su vez, conducirlo a la grandeza de las cosas.

Esto nos lleva a hablar en este artículo de un elemento importante (más importante de lo que pueda parecer) que colabora en ese desarrollo personal de cada alumno: los espacios del Colegio. Y, en este caso, nos estamos refiriendo a los laboratorios, inaugurados este curso escolar en el edificio de ESO y Bachillerato.

Disponer de buenos laboratorios es una oportunidad para poner en práctica la teoría explicada en clase de una manera dinámica y directa. Nuestros alumnos pueden diseccionar órganos, analizar productos, investigar elementos propios de la Física, la Química y la Biología.

Pero es más que eso. El espacio nos ayuda a “situarnos” de una manera más real en aquello que estamos investigando. Además, permite desarrollar con más eficacia elementos clave de nuestra metodología como son la indagación (es decir, hacer un proceso activo en el aprendizaje a través de dinámicas dentro o fuera del aula, investigación previa a los contenidos que se van a enseñar, etc.) y la aplicación (descubrir qué hacer con aquello que se ha descubierto o conocido).

Esto nos lleva a nuestro modelo educativo, que gira en torno a dos herramientas formativas: clima y estrategias personales; y tres herramientas pedagógicas: buscar la grandeza de aquello que aprendemos, vivir el aprendizaje a través de un proceso y en la confianza en aquel que me está mostrando un conocimiento.

Los laboratorios se han convertido, por tanto, en un elemento diferenciador con respecto al aprendizaje integral de las ciencias en el Colegio, permitiéndonos ahondar y profundizar más en el conocimiento de la realidad.

Javier Luna

Responsable de la Comisión de Innovación Pedagógica