En la Fiesta del Santuario Colegio, varios antiguos alumnos contaron sus testimonios, lo que representa en sus vidas haber pasado por estas aulas. Reproducimos a continuación el testimonio de Paloma García Azpiroz, una antigua alumna del Kindergarten de las Hermanas de María, antesala del actual Santuario Colegio, que fue pronunciado en la Fiesta de apertura de nuestro Año Jubilar:

Buenos días a todos, mi nombre es Paloma y estoy aquí como antigua alumna del Kindergarten que Schoenstatt trajo a España. D. Pablo se enteró que había sido antigua alumna y me pidió que os contara de corazón lo que ha significado para mí pasar desde pequeña por este Santuario y poder crecer y educarme a su sombra.
Cuando yo iba al kindergarten a las hermanas las llamábamos Schwester y nos dábamos los buenos días en alemán. Tuve la suerte de estar al lado de la Schwester Dorotea y la Schwester Ignatis, que ahora nos cuida desde el cielo, y de las que guardo preciosos recuerdos.

Como vosotros, yo también venía cada mañana, teníamos la imagen de la Mater, rezábamos y crecíamos felices. Guardo con especial cariño la imagen de la Mater que recibimos en esos años.
También recibíamos la visita de San Nicolás, hacíamos farolillos para celebrar a San Martín, nos esforzábamos y disfrutábamos al máximo nuestros festivales de Navidad y de fin de curso y buscábamos huevos de Pascua en el jardín. Si nos portábamos bien, cuidábamos de los pequeños.

Cuando yo venía, no existía este colegio. Mis hermanos mayores iban a lo que hoy es la casa de las Hermanas de María, pero, cuando me tocó a mí, íbamos a una casita que tenían las Hermanas muy cerca de aquí, bajando la cuesta del colegio. Desde allí, subíamos al Santuario andando y era una excursión emocionante.

¿Y qué quiero deciros con todo esto? Pues que un día fueron mis padres quienes me trajeron hasta aquí, animados por una vecina alemana; y, hoy, muchos años después, me encuentro en el mismo lugar acompañando a mis hijas.

Lo que está claro es que la Mater me ha cuidado desde entonces y ha sido mérito suyo el traerme de su mano. Ahora me encuentro de nuevo cobijada bajo su manto, ayudándome a educar como sólo Ella sabe hacerlo y haciendo que tanto yo como mi familia sintamos que podemos descansar en Ella, que no nos abandona y que siempre está a nuestro lado.
Ojalá en el futuro podáis acompañar a vuestros hijos y os daréis cuenta de que esa semilla que ya está puesta en vuestro corazón seguirá creciendo sin parar. Es un verdadero privilegio poder crecer y educarse en un entorno tan especial como vuestro Santuario Colegio.

Y, si me permitís que os dé un consejo, os diría que nunca os soltéis de la mano de la Virgen, porque Ella siempre va a estar a vuestro lado, os va a cuidar y en Ella siempre podréis confiar.

Muchas gracias.

Paloma García Azpiroz
Antigua alumna del Kindergarten de las Hermanas de María