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Programa de Educación Afectiva y Sexual, una propuesta audaz para nuestro tiempo


Estamos bombardeados de enfoques para entender y vivir la vida afectiva y sexual. Podemos decir que existe una gran confusión en nuestro entorno, que nos afecta también a cada uno de nosotros. ¿Cuál puede ser una respuesta? En el Colegio Nuestra Señora de Schoenstatt, un equipo compuesto por profesores y el Departamento de Formación ha asumido este reto. La respuesta tiene un enfoque muy nuestro: todo se juega en las vivencias. Por eso el programa comienza desde la primerísima infancia –primer ciclo de Educación Infantil- y terminará en el último curso de Bachillerato.

Nuestros alumnos recibirán herramientas útiles para la vida, para aprender a amar y ser amados.  Para eso, lo primero será enfrentarse al desafío de irse conociendo a sí mismos, según su temperamento, su identidad sexual, sus propias experiencias. En un contexto siempre de verdad y de belleza, lo que se traduce en una altura en el lenguaje y del entorno, no sólo en los temas propiamente de la sexualidad, sino en el día a día en todos los ámbitos. Creemos en la bondad de la sexualidad, como regalo de Dios y expresión del amor, de la vida, y de felicidad. Un segundo paso consiste en aprender a relacionarse con los demás, resolver conflictos, expresar y encauzar las emociones, elaborar las impresiones y así ser capaces de gestar vínculos profundos, que les proporcionen arraigo y seguridad.

Este proceso permitirá a quienes lo desarrollen una posesión de sí mismos, una gran capacidad para dominar la vida y la posibilidad de una verdadera entrega y fidelidad a los compromisos que vayan asumiendo de acuerdo a su etapa de vida.

El mejor regalo que podemos entregar al mundo de hoy es, en medio de la degradación de la sexualidad y utilitarismo del amor que rebaja la dignidad de la persona, experimentar el verdadero amor que proporciona la fuerza necesaria y la claridad para argumentar y optar por los más altos ideales que conducen a la plenitud en las vinculaciones.

Por eso, con la formación afectivo-sexual entregamos a cada uno de nuestros alumnos esta PROPUESTA positiva, convincente y digna de ellos. Como todo proceso, llevará tiempo y dedicaremos todo el que haga falta para que cada uno personalmente vaya tomando sus propias decisiones, que implicarán aspectos muy concretos de autoeducación y crecimiento personal y social.

Sabemos que estamos colaborando con vosotros y estamos a vuestra disposición para que podáis seguir ejerciendo esta hermosa labor de ser los principales educadores de vuestros hijos.

 

Hna. María Crevillén

Jefa del Departamento de Formación