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Los grupos de apoyo


Algunos de los signos de victoria más ocultos pero más importantes ocurren en un rincón de nuestra etapa de Educación Primaria. En la Biblioteca Lorena Blanco, en pequeños grupos y con un acompañamiento muy personal, nuestros alumnos descubren que pueden crecer, no solo en lo académico, aprendiendo a leer y sumar mejor, sino en lo personal, en su sentido de la autoeficacia, en el valor del esfuerzo, en saber esperar la recompensa a largo plazo, en tener una mayor curiosidad por aprender… y todo esto a través del apoyo mutuo y del compartir experiencias y conocimientos.

“La tarea del educador moderno no es podar las selvas, sino regar los desiertos” – C.S.Lewis

Los Grupos de Apoyo al Proceso Enseñanza-Aprendizaje, siguiendo la pedagogía de Schoenstatt, son espacios donde cada niño recibe una atención cercana, adaptada a sus necesidades y a su ritmo. Cada grupo tiene su camino y su objetivo. Para los alumnos, su equipo forma una parte importante de su semana y de su identidad, tanto que cada grupo tiene su propio nombre: “Los caballeros de la Virgen”, “Estrellas de María”, “Las amigas de la Mater”, “Con María lucharé, y de su mano venceré” entre otros y su propio escudo.

Y así, semana tras semana, vemos surgir pequeñas transformaciones que, aunque casi imperceptibles para quien no está dentro, hablan fuerte para quien acompaña: ese alumno que cada vez participa más venciendo su vergüenza y sus miedos; esa niña que se atreve a leer en voz alta; ese ejercicio que, después de muchos intentos, sale bien; esos gestos de ayuda espontánea entre ellos. Cada progreso, por pequeño que parezca, es un signo de que la victoria de Jesús y de María, ya es nuestra.

“Lo mejor que podemos hacer por otro no es compartir nuestras riquezas, sino mostrarle las suyas” – Benjamín Disraeli

Acompañarles en este camino es para nosotras un privilegio inmenso. No solo porque vemos cómo crecen, sino porque, en su esfuerzo y en su alegría, se nos recuerda que la victoria no consiste en no tener dificultades, sino en caminar sabiendo que el Señor y la Mater van por delante. Son ellos quienes sostienen los procesos, quienes abren puertas, quienes encienden la esperanza en cada uno de los que estamos aquí para acompañar.

“No basta querer a los niños, es preciso que ellos se den cuenta de que son amados” – San Juan Bosco

Que María, nuestra Madre y Reina Victoriosa Tres Veces Admirable de Schoenstatt, siga cuidando este proyecto y a cada uno de los miembros de nuestra comunidad escolar, para que estos equipos sigan siendo espacio de crecimiento, de confianza y de victorias diarias. Con María, alegres por la esperanza, seguros de la victoria.

Inés Valentín-Gamazo
Departamento de Orientación